OTITIS MEDIA

Otitis media 27/07/11

La otitis media es una patología muy común en la infancia, con un promedio de dos a tres episodios anualmente y casi siempre acompañada de una infección respiratoria alta, generalmente, un resfrío.

Resulta imposible hablar de otitis media en el niño, sin hablar de la Trompa de Eustaquio y sus funciones.

La trompa de Eustaquio es un pequeño tubo membranoso que comunica la parte posterior de las fosas nasales con el oído medio. 

El aire en el oído medio está siendo constantemente absorbido y suplido por la trompa de Eustaquio durante la deglución. Así la presión dentro de los oídos permanece equilibrada con la atmosférica. Si este proceso no se produce tendremos sensación de taponamiento en los oídos.

Las funciones de la trompa de Eustaquio son: ventilación de la caja timpánica y drenaje de secreciones.

 

La caja timpánica es un espacio aproximadamente oblongo (como una lente bicóncava) tapizado completamente por mucosa.  

 Esta pequeña cavidad está llena de aire, y gracias a la Trompa de Eustaquio o Tuba Auditiva,  se comunica con las fosas nasales, permitiendo que la presión de aire contenido en la caja timpánica sea la misma que la del ambiente.

Rinofaringe: Porción de la faringe contigua a las fosas nasales.

 En la infancia son muy frecuentes los cuadros que afectan la rinofaringe (ver imagen a la derecha).

Cuadros como: catarros a repetición por contagio en guarderías y colegios, así como hiperplasia de los adenoides. 

(Consultar  en este Blog artículo del 06/05/11). 

Todo esto incide sobre el funcionamiento de la trompa de Eustaquio, también llamada Tuba Auditiva, produciendo la “Otitis Serosa”, que no debe ser confundida con los tapones de cera del oído externo.

La otitis media serosa es una afectación no infecciosa del oído medio en la que éste se llena de un líquido seromucoso aséptico, produciendo sensación de plenitud (oído lleno), autofonía y hasta verdadera disminución de la audición en el lado afectado.

En los niños debemos tomar en consideración que la trompa de Eustaquio tiene una posición anatómica más horizontal que en el adulto, (ver imagen inferior)  lo cual favorece la entrada de infección desde la naso o rinofaringe, y también  el reducido tamaño de las celdas mastoideas, lo cual deja poco aire de reserva para las situaciones de necesidad.

Si bien es cierto que hemos dicho que la “otitis serosa” no es infecciosa, no menos cierto es que puede propiciar una infección del oído medio, produciendo una “OtitisMedia Aguda”, es decir, acúmulo de pus en el oído medio, dentro de la caja timpánica.

Membrana timpánica de una otitis media aguda incipiente.

Los principales gérmenes (bacterias) causantes de otitis media aguda son:

Streptococcus pneumoniae (neumococo),  Haemophilus influenzae   y  Moraxella  (o Branhamella) catarralis.

En el cuadro clínico de la otitis media aguda se consideran las siguientes fases:

1.-  Congestión. Coincidiendo con un cuadro catarral y apareciendo otalgia (dolor de oído).  Por medio de la otoscopía, vemos una membrana timpánica enrojecida y con pérdida de brillo, como en la imagen de arriba.

2.-  Colección de pus.  Caracterizada por un gran aumento del dolor, al grado que impide dormir.  Fiebre.  Tímpano abombado.

En el lactante la presión del “trago” es muy dolorosa. Puede llegar a afectarse el mastoides, sin llegar a ser mastoiditis propiamente dicha.

3.-  Supuración.  Perforación de la membrana timpánica con aparición brusca  de secreción purulenta, muchas veces mezclada con sangre.  El dolor desaparece.

4.-  Reparación.  Cesa la otorrea (salida de secreción purulenta) y al cabo de un tiempo se recupera la integridad del tímpano, cerrándose la perforación por nueva formación de tejido.

El tratamiento es médico, tanto por vía oral como tópica si así se requiere.

Antibióticos, que siempre deberán ser prescritos por el Pediatra o el Otorrinolaringólogo.

Igual que en todo, es muy importante la prevención.  “Más vale prevenir que lamentar” dice la antigua sabiduría popular.

En bastantes ocasiones desaparece el cuadro infeccioso agudo, pero el niño vuelve a recaer con relativa frecuencia, lo cual puede deberse a que persiste la mala función de la trompa de Eustaquio. 

Esto suele ocurrir cuando el niño tiene vegetaciones adenoideas grandes que ameritan extirpación quirúrgica. En nuestro medio es frecuente que se les explique a los padres sobre la necesidad de realizar esta cirugía y ellos se nieguen a realizarla por prejuicios, temor o malos consejeros.

Es necesario eliminar o mantener controlados todos los factores que propicien patología de la rinofaringe, tales como problemas alérgicos, contactos catarrales, etc. para que las otitis medias a repetición desaparezcan.

Igualmente importante es la alimentación adecuada y un buen estado inmunológico. Factores estos que deberán ser tomados muy en cuenta por parte de los padres y de los médicos.

El mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio también juega un importante papel en aquellos casos de otitis medias serosas rebeldes al tratamiento conservador.

Otitis Media Serosa.

La otitis media serosa  es una condi­ción frecuente en menores de cinco años;  un alto porcentaje de los pacientes presenta recuperación espontánea, pero también un número importante presenta recurrencias.

Una vez que falla el tratamiento conservador para resolver la otitis media serosa,  se indica la colocación de tubos de ventilación  transtimpánicos, los cuales son cánulas muy pequeñas y fenestradas, con un agujero central que permiten la ventilación de la caja timpánica y el drenaje de las secreciones, con lo que se revierten los mecanismos fisiopato­lógicos de la otitis media serosa y se resuelve la disminución de la audición y los síntomas acompañantes. 

Imagen otoscópica de tubo de ventilación colocado a través de membrana timpánica.

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