FRASES CELEBRES

lunes, 19 de septiembre de 2011

CEREBRO Y MÚSICA 3

CEREBRO Y MÚSICA –3  19/09/11

La complejidad de la adquisición del lenguaje escapa a menudo a nuestra atención, en tanto que se trata de una habilidad cotidiana desde nuestros primeros días de vida.
La habilidad musical, en cambio, mucho menos frecuente entre la población, nos parece de algún modo, una hazaña o logro por parte de quien la posee. 
Cuando se escucha música emerge lo más profundo de cada ser humano, con lo que favorece una sensibilidad refinada, la armonía interna y un corazón hermoso.
 Introducir al bebé por nacer, ya nacido y nuestros otros hijos, especialmente hasta los 14 años, en el mundo de la Música es un privilegio y una gran responsabilidad de los padres.
                                                             http://elmistico.com.ar/Musica/musica_prenatal.htm

me                           Música y Lenguaje
El lenguaje es el principal instrumento para la transmisión de conocimientos.
El hecho de que tenga su sede en el hemisferio izquierdo (HI) en casi todas las personas diestras, y en 2/3 de las zurdas, constituye una prueba casi incontrovertible de procesos subyacentes de origen genético. 


Además, el procesamiento de esta modalidad comunicativa prácticamente exclusiva de la especie humana, involucra determinadas áreas o territorios corticales y siempre los mismos (hasta donde sabemos) en todas las personas, hablen el idioma que hablen.



Los modelos más recientes propuestos en torno al problema del procesamiento cortical del lenguaje datan de finales de la década de los 80 y primeros años de los 90 (MOLFESE, MOLFESE, & PARSONS, 1983; MESULAM, 1990; DAMASIO & DAMASIO, 1992; MAZOYER et al., 1993).

Evidentemente, no basta con explicar algunos problemas generales, sino que es preciso formular un modelo (aún inexistente) que dé cuenta de la fenomenología de los trastornos del lenguaje, de su rápida adquisición a edades tradicionalmente consideradas demasiado tempranas (p.e. aprendemos "demasiado de prisa" como para ignorar la existencia de mecanismos especializados que procesen estímulos específicos como los sonidos del habla),    que explique el aprendizaje de varias lenguas sin dificultad a edades tempranas y con mucha dificultad a otras edades, etc. etc. 



Actualmente se ha abandonado el concepto simplista de "dos centros conectados", uno involucrado en la producción (Broca) y otro en la comprensión (Wernicke), por el de formulaciones más modernas que consideran la circuitería lingüística en forma de "redes neurales distribuidas"





El lenguaje humano involucra distintas funciones del cerebro, según sea la fase o la función que desarrolle. Las hay automáticas y muy rutinizadas, como las conjugaciones de verbos regulares que lleva a cabo el sistema locomotriz. Si se requiere un análisis más simbólico, el proceso va al córtex prefrontal y para análisis especiales incluso se extiende un poco al córtex parietal. Al aportar nuevas palabras a nuestro vocabulario implicamos a grandes zonas del cerebro, incluso la visual, ya que en parte estamos recordando su configuración física. Nos hallamos, pues, ante un proceso sensorial, atencional, prefrontal y neumónico, tanto como motriz.
                                                                       http://quark.prbb.org/21/021033.htm terrence deacon

Gracias en un primer momento a los trabajos de Penfield, Ojemann, y Mateer (PENFIELD & PEROT, 1963; MATEER, 1983; MATEER & CAMERON, 1989; OJEMANN & WHITHAKER, 1978; OJEMANN & MATEER, 1979), se demostró que existían puntos en cada una de estas dos áreas que producían efectos lingüísticos que tradicionalmente estaban adscritos a otras. 

Además de que estos nuevos modelos han establecido también la existencia de otras áreas corticales (como el área motora suplementaria) y de estructuras subcorticales (p.e., núcleo pulvinar del tálamo) implicadas en el procesamiento del lenguaje, sabemos hoy en día que las áreas auditivas (y en general todas las sensoriales primarias y bastantes de las secundarias) están "sub-especializadas", es decir, dentro de cada modalidad sensorial existen sub-áreas dedicadas a diferentes funciones u operaciones. 

El pulvinar es uno de los núcleos del tálamo cerebral, y se divide en los subnúcleos oral, inferior, lateral y medio.

El lenguaje nos permite preguntar, aprender, escribir, comunicarnos, en definitiva: "interpretar el mundo", y además hacer estas interpretaciones contrastables (o "falsables") con las interpretaciones de los demás. 



En el caso de la música, se hallan ausentes muchas de estas consideraciones y los datos permanecen extremadamente no-organizados.

Si bien la última década del siglo que dejamos ha visto un renovado interés en tópicos relacionados con el procesamiento cerebral del fenómeno musical, no se han identificado en el hemisferio derecho (HD)  áreas o sectores "musicales" diferenciados de las áreas auditivas secundarias  (p.ej., partes del área de Wernicke en el HI), del mismo modo que existen áreas dedicadas invariablemente al procesamientolingüístico. 

Hemisferio izquierdo: El hemisferio izquierdo procesa la información analítica y secuencialmente, paso a paso, de forma lógica y lineal. El hemisferio izquierdo analiza, abstrae, cuenta, mide el tiempo, planea procedimientos paso a paso, verbaliza, Piensa en palabras y en números, es decir contiene la capacidad para las matemáticas y para leer y escribir.
La percepción y la generación verbales dependen del conocimiento del orden o secuencia en el que se producen los sonidos. Conoce el tiempo y su transcurso. Se guía por la lógica lineal y binaria (si-no, arriba-abajo, antes-después, más-menos, 1, 2, 3, 4, etc.).
Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento convergente, obteniendo nueva información al usar datos ya disponibles, formando nuevas ideas o datos convencionalmente aceptables.
Aprende de la parte al todo y absorbe rápidamente los detalles, hechos y reglas.
Analiza la información paso a paso.

Estudios llevados a cabo por investigadores del Beth Israel Hospital de Boston, en cambio, han demostrado con técnicas de neuroimagen la existencia de asimetrías estructurales en el cerebro de algunos músicos: concretamente,  de áreas de Wernicke mucho mayores en músicos que poseen oído absoluto (SCHLAUGH et al., 1995, 1996), una rara habilidad que supone una representación neural estable del tono (o frecuencia), y que permite a quien la posee identificar la altura absoluta de dicho sonido sin escuchar ningún otro de referencia.

Es decir, la evidencia apunta de nuevo (como en el caso del lenguaje) al HI en músicos expertos, lo cual había sido ya postulado por numerosos estudios de psicología experimental (llevados a cabo fundamentalmente durante las dos últimas décadas), en los que la predominancia para los estímulos musicales parecía "migrar" del HD en sujetos no-musicales (que perciben parámetros globales) al HI en el caso de individuos con formación musical (capaces de analizar y operar mentalmente con material musical). 



En el próximo artículo: 

“El papel de los hemisferios cerebrales en música”.





      Hasta entonces. 
          Gracias por leernos.

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