FRASES CELEBRES

miércoles, 30 de noviembre de 2011

LOS CÁTAROS O ALBIGENSES

Los Cátaros o Albigenses 30/11/11

 
La herejía cátara tenía sus raíces religiosas en formas estrictas del gnosticismo y el maniqueísmo.

En consecuencia, su teología era dualista radical, basada en la creencia de que el universo estaba compuesto por dos mundos en absoluto conflicto, uno espiritual creado por Dios y otro material forjado por Satán.


Los cátaros fueron denominados también albigenses. Este nombre se origina a finales del siglo XII, y es usado por el cronista Geoffroy du Breuil of Vigeois en 1181. El nombre se refiere a la ciudad occitana de Albi (la antigua Álbiga). Esta denominación no parece muy exacta, puesto que el centro de la cultura cátara estaba en Tolosa (Toulouse) y en los distritos vecinos.

Los cátaros (o albigenses), fueron un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando asentarse hacia el siglo XIII  en tierras del Mediodía francés, especialmente el Languedoc, donde contaba con la protección de algunos señores feudales vasallos de la corona de Aragón. 

El Gnosticismo es una doctrina, según la cual los iniciados no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Cristo sino que se salvan mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino, que es un conocimiento superior a la fe. Ni la sola fe ni la muerte de Cristo bastan para salvarse. El ser humano es autónomo para salvarse a sí mismo. El gnosticismo es una mística secreta de la salvación. Se mezclan sincréticamente creencias orientalistas e ideas de la filosofía griega, principalmente platónica. Es una creencia dualista: el bien frente al mal, el espíritu frente a la materia, el ser supremo frente al Demiurgo, el espíritu frente al cuerpo y el alma.

 
El gnosticismo es un conjunto de corrientes sincréticas  filosófico-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra era, convirtiéndose finalmente en un pensamiento declarado herético,  después de una etapa de cierto prestigio entre los intelectuales cristianos.

La doctrina de los cátaros es el catarismo, de influencias maniqueístas, afirmando una dualidad creadora: Dios, el bien; Satanás, el mal.
Predicaba la salvación por medio del ascetismo y un rechazo estricto del mundo material, percibido por los cátaros como obra demoníaca.

En respuesta, la Iglesia Católica consideró sus doctrinasheréticas. 
 Tras una tentativa misionera, y frente a su creciente influencia y extensión, la Iglesia terminó por invocar el apoyo de la corona deFrancia, para lograr su erradicación violenta a partir de 1209 mediante la Cruzada albigense

A finales del siglo XIII el movimiento, debilitado, entró en la clandestinidad y se extinguió poco a poco.

 
Los cátaros creían que el mundo físico había sido creado por Satán, a semejanza de los gnósticos que hablaban del Demiurgo. Sin embargo, los gnósticos del siglo I no identificaban al Demiurgo con el Diablo, probablemente porque el concepto del Diablo no era popular en aquella época, en tanto que se fue haciendo más y más popular durante la Edad Media.

Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo. Dios creó cielos y almas. El Diablo creó el mundo material, las guerras y la Iglesia Católica. Ésta, con su realidad terrena y la difusión de la fe en la Encarnación de Cristo, era según los cátaros una herramienta de corrupción.

Castillo Cátaro de Lastours.

 
Para los cátaros, los hombres son una realidad transitoria, una “vestidura” de la simiente angélica. 
Afirmaban que el pecado se produjo en el cielo y que se ha perpetuado en la carne. 
La doctrina católica tradicional, en cambio, considera que aquél vino dado por la carne y contagia en el presente al hombre interior, al espíritu, que estaría en un estado de caída como consecuencia del pecado original. 

Para los católicos, la fe en Dios redime, mientras que para los cátaros exigía un conocimiento (gnosis) del estado anterior del espíritu para purgar su existencia mundana. No existía para el catarismo aceptación de lo dado, de la materia, considerada un sofisma tenebroso que obstaculizaba la salvación.

Castillo Cátaro de Montségur, fortaleza-santuario del catarismo.
El Castillo de Montségur (Montségur en francés y occitano, Monte Seguro en español) está situado en Montségur, en el departamento francés de Ariège, al suroeste de Carcasona, en la montaña del Pog, de 1207 metros de altura. Los restos actuales del castillo de Montségur fueron levantados en el sigloXIII por Guy de Lévis, tras la derrota de los cátaros.
Montségur es un castillo lleno de misterios desde que se convirtió en fortaleza-santuario del catarismo. Numerosas historias en el transcurso de los siglos lo relacionan con el tesoro de los cátaros, misterios espirituales, cultos solares... Lo que sí parece estar comprobado es que fue construido por la Iglesia cátara, sirviendo de refugio para los perseguidos, y que se convirtió en el último refugio de los cátaros hasta el 1244, año en que las fuerzas armadas del papa y la monarquía francesa atacaron el castillo. Sus enemigos lo denominaban la «Sinagoga de Satanás» o el «Vaticano de la Herejía] ».

 
Los cátaros también creían en la reencarnación. Las almas se reencarnarían hasta que fuesen capaces de un autoconocimiento que les llevaría a la visión de la divinidad y así poder escapar del mundo material y elevarse al paraíso inmaterial. 

La forma de escapar del ciclo era vivir una vida ascética, sin ser corrompido por el mundo. Aquellos que seguían estas normas eran conocidos como Perfectos. Los Perfectos se consideraban herederos de los apóstoles, con facultades para anular los pecados y los vínculos con el mundo material de las personas.

Normalmente la ceremonia de eliminación de los pecados, llamada consolamentum, se llevaba a cabo en personas a punto de morir. Después de recibirlo, el creyente era alentado para dejar de comer a fin de acelerar la muerte y evitar la "contaminación" del mundo (la endura, suicidio ritual por inanición).

Castillo Cátaro de Quéribus.

 
Negaban el bautismo por la implicación del agua, elemento material y por tanto impuro, y por ser una institución de Juan Bautista y no de Cristo. 

También se oponían radicalmente al matrimonio con fines de procreación, ya que consideraban un error traer un alma pura al mundo material y aprisionarla en un cuerpo.
Rechazaban comer alimentos procedentes de la generación, como los huevos, la carne y la leche (sí el pescado, ya que entonces era considerado un "fruto" espontáneo del mar).
Siguiendo estos preceptos, los cátaros practicaban una vida de férreo ascetismo, estricta castidad y vegetarianismo. Interpretaban la virginidad como la abstención de todo aquello capaz de “terrenalizar” el elemento espiritual.

La ciudadela de Carcasona.

Otra creencia cátara opuesta a la doctrina católica era su afirmación de que Jesús no se encarnó, sino que fue una aparición que se manifestó para mostrar el camino a Dios.
Creían que no era posible que un Dios bueno se hubiese encarnado en forma material, ya que todos los objetos materiales estaban contaminados por el pecado. Esta creencia específica se denominaba docetismo
Más aún, creían que el dios Yahvé descrito en el Antiguo Testamento era realmente el Diablo, ya que había creado el mundo y debido también a sus cualidades («celoso», «vengativo», «de sangre») y a sus actividades como «Dios de la Guerra». 
Los cátaros negaban por ello la veracidad del Antiguo Testamento.

 
El consolamentum era el único sacramento de la fe cátara, con excepción de una suerte de Eucaristía simbólica, el Melioramentum,  sin transubstanciación (si Cristo era una entidad exclusivamente espiritual, no encarnada, el pan no podía convertirse en el cuerpo de Cristo).

Cuando recibía el consolamentum, la futura «buena mujer» pronunciaba los votos monásticos de la regla cátara: obediencia, ascesis y pobreza.

 
Los cátaros también consideraban que los juramentos eran un pecado, puesto que ligaban a las personas con el mundo material.

Estela situada en el Camp dels Cremats (campo de los quemados), recordando la pira en la que ardieron 200 cátaros defensores de Montsegur.

 
El movimiento cátaro, con sus luces y sombras, debe analizarse en su contexto histórico. 

No fue un hecho aislado sino parte de un conjunto de alternativas religiosas de la época, entre las que destacó por su gran difusión y por lo radical de su propuesta. 

Dichos movimientos heréticos contradecían dogmas establecidos del catolicismo, por lo que la Iglesia se esforzó en vigilarlos, regularlos y/o perseguirlos. 

Más allá de los intereses implicados en la cruzada y de la obvia injusticia que ésta representó, la fe cátara fue especial objeto de persecución porque (oponiéndose frontalmente al catolicismo) predicaba un dualismo absoluto, un espíritu y una materia irreconciliables, a diferencia de otras sectas gnósticas que eran más moderadas y que recibieron una tolerancia significativamente mayor por parte de la Iglesia.

Bandera de Languedoc.


Fuentes:  Wikipedia y la Web.


 
Muchas gracias por sus visitas.
Nuestros mejores saludos.

2 comentarios:

Sony dijo...

Si os gusta la historia de los Cátaros os invito a conocer Breve Historia de los Cátaros, libro que se publicará en breve y que clara de manera definitiva el halo de misterio que envuelve a los cátaros.
Os dejo link de su facebook donde ahora sortean la novela en primicia.
Un saludo,
https://www.facebook.com/brevehistoria

Musicómanos dijo...

Muchas gracias, Sony.

Un cordial saludo.

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