Por Dr. Oscar López Lacayo 21/04/11
El “Oído del Nadador” no es más que una infección del conducto auditivo externo, es decir, una “Otitis Externa” que, muy a menudo, es ocasionada por la entrada de agua en uno o ambos oídos.
El conducto auditivo externo o canal auditivo externo, es el tubo que conduce los sonidos desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano. Favor ver figura a la izquierda.
La “otitis externa” es una infección causada por bacterias u hongos. Su tratamiento variará según la causa y gravedad de la misma.
Especial cuidado ha de tenerse con los diabéticos.
Puede ocurrir en personas de cualquier edad o sexo.
El paciente se queja (a menudo amargamente) de dolor, picazón y diferentes grados de pérdida auditiva.
Casi siempre existe el antecedente de haberse bañado en algún balneario o de haberle entrado agua en la ducha de su propia casa, de haber recibido un golpe en ese oído o de usar “hisopos” o haberse introducido en el oído cualquier otra cosa (ganchos, la llave del carro, etc.) para “extraer la cera”.
Afecta sobre todo a niños que pasan mucho tiempo en el agua.
Cuando hay demasiada humedad en el oído, la piel que recubre el interior del conducto auditivo se puede irritar y lesionar, permitiendo la proliferación de bacterias u hongos.Se da más frecuentemente durante los meses de verano, cuando es más frecuente bañarse en el mar o la piscina.
Otitis Externa Aguda Supurada |
La inflamación del conducto auditivo puede hacer que el niño se queje de molestias y/o de la sensación de tener el interior del oído lleno de fluido. También puede empezar a supurar un líquido que al principio será transparente pero después es posible que adopte un aspecto turbio y un color amarillento o purulento.
Por supuesto que lo primero es la Prevención.
Si se trata de niños: vigilar que no pasen demasiado tiempo dentro del agua y que no jueguen a tirarse agua entre ellos pues, es más fácil que esta penetre en el conducto auditivo externo.
Por favor, terminar con la costumbre de querer limpiar los oídos con hisopos o cualquier otra cosa que se introduzca en los oídos.
Debemos saber que la cera normal NO ES SUCIEDAD, es importante para la protección de nuestro canales auditivos.
Por otra parte, la cera que el oído ya utilizó, él mismo la va expulsando progresivamente. De modo que, cuando introducimos un objeto en dirección opuesta a este mecanismo de limpieza, lo que conseguimos es entorpecerlo. Así el cerumen comienza a acumularse produciendo posteriormente molestias y gastos innecesarios.
Hay algunas personas cuyas glándulas productoras de cerumen son "hiperproductoras" por lo que producen cera excesiva que el mecanismo normal no consigue eliminar. Estos deben recurrir periódicamente al otorrinolaringólogo para que se las extraiga con métodos adecuados y no con "lavados" hechos por cualquier persona no capacitada, con una jeringa y AGUA. (Ver todo lo expuesto en relación al efecto de la humedad en los oídos).
El hisopo favorece el crecimiento de bacterias como la Pseudomona aeruginosa, por modificar el pH del conducto.
La manera correcta de limpiar el cerumen que el oído va expulsando, es limpiarlos a diario con nuestros dedos índices cubiertos por una toalla o pañuelo limpios, después de bañarnos.
Existen “tapones de natación” de resina artificial, que se adaptan a los diferentes diámetros del conducto.
Tapones de Resina Artificial |
También se puede improvisar un tapón de algodón al que se aplicarán unas gotas de aceite o vaselina para evitar que absorba agua, colocándose de modo que quede bien adaptado.
Claro que siempre existe el peligro de que se salgan y caigan.
En cuanto al dolor, si no es muy intenso la aplicación de una compresa con agua caliente y bien escurrida sobre la oreja, de preferencia ladeando la cabeza hacia el lado afectado para disminuír la posibilidad de entrada de humedad extra, ayuda.
Acetaminofén, ibuprofeno o diclofenaco, por vía oral, pueden ayudar. Existen gotas que contienen anestésico, también de alguna utilidad.
Estas medidas caseras no sustituyen la consulta con el especialista. Una otitis externa descuidada puede complicarse con un mayor grado de infección y, como en el caso de los diabéticos, poner en peligro su vida. Además, el dolor puede llegar a ser muy intenso. Si este es el caso, mientras se consulta al facultativo, se puede combinar el diclofenaco con acetaminofén, para potenciar el efecto analgésico.
Un caso de Otitis Externa Severa |
Y, por último, un consejo que vale más que el oro:
Dentro de sus oídos, solamente sus propios codos !!!
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