FRASES CELEBRES

domingo, 18 de marzo de 2012

PATRICIO DE IRLANDA


Patricio de Irlanda  18/03/12
A mitad de camino entre la historia y la leyenda, en los siglos oscuros, un britano-romano llamado Patricius llevó la fe cristiana a la Irlanda de los druidas y los clanes celtas. 

En su honor, durante siglos cada 17 de marzo Irlanda viene celebrando la festividad de San Patricio. 

Irlandeses de todo el mundo en la actualidad recuperan imágenes de tréboles y leprechauns [duendes irlandeses], entonan sus canciones tradicionales, beben cerveza y se intercambian regalos. 

Pero ¿quién fue San Patricio?
 Existen pocas evidencias históricas de la vida de San Patricio (salvo dos escritos suyos que narran su cautiverio y su misión, aunque sin poner fechas). 
De hecho sus primeras hagiografías [vidas de santos] datan del siglo VII, un siglo y medio después de su muerte, y hoy hay estudios que concluyen que muchas referencias atribuidas a Patricio corresponderían en realidad a Palladius, un diácono enviado para evangelizar Irlanda. 



San Patricio (en latín:  Patricius) fue un misionero cristiano  y es conocido como el santo patrón de Irlanda, junto a Santa Brígida y San Columba,  fue un predicador y religioso de Britania, tradicionalmente considerado el introductor de la religión cristiana en la isla.

Patricio nació con el nombre de Maewyn alrededor del año 387 en Bennhaven Taberniae, en la actual Escocia.



Era hijo de un oficial romano, cuya religión era el cristianismo. 
A los 16 años cayó prisionero de piratas irlandeses y fue vendido como esclavo. 
Tras varios intentos, logró huir y se convirtió en predicador del Evangelio en Irlanda, isla que en esos tiempos se encontraba dividida en numerosos  clanes sometidos a la poderosa autoridad de los druidas.

Dos druidas. Bajo relieve encontrado en Autun.


 
Se adaptó muy bien a las condiciones sociales del lugar, formando un clero local y varias comunidades cristianas, respetando las tradiciones y costumbres propias de sus habitantes. 

Se le conoce como el Apóstol de Irlanda, donde murió hacia el año 461  a causa de su vejez.



 
Una tradición irlandesa le atribuye la hazaña de haber librado la isla de serpientes. Ciertamente, no existen serpientes en Irlanda. 


La leyenda cuenta que San Patricio condujo a todas las serpientes fuera de Irlanda, entrando en el mar y donde se ahogaron. La explicación seria que la serpiente era un símbolo pagano venerado, y quizás éste era un cuento figurativo que alude al hecho que él alejó el paganismo fuera de Irlanda.

Esta leyenda se suele contar cuando alguien pregunta por qué no hay vívoras en Irlanda.
Y no, no hay serpientes nativas en Irlanda. Uno de los pocos lugares en el mundo donde este reptil no está presenta (como Nueva Zelanda, Islandia, Groenlandia y Antártida).

Pero como imaginarán, el santo patrono no tuvo nada que ver con que no haya serpientes en Irlanda. “En ninguna época hubo serpientes en Irlanda, así que no había nada para que San Patricio echase al mar”, dijo Nigel Monaghan, del Museo Nacional de Irlanda, quien investigó el registro fósil irlandés en busca del reptil que tanto miedo le mete a Indiana Jones.

La mayoría de los científicos le echan la culpa de la ausencia a la última edad de hielo, que mantuvo a la isla demasiado fría para las serpientes durante miles de años, hasta hace unos 10 mil años, cuando comenzó el período cálido en el que vivimos. Y luego los mares que rodeaban a la isla mantuvieron a los reptiles alejados.

Gran Bretaña mantuvo un puente continental con Europa hasta hace unos 6500 años, así que fue vuelto a colonizar por las serpientes que habían retornado al norte de Europa al irse los hielos continentales. 
Pero Irlanda quedó librada porque 2000 años antes ya los mares habían subido lo suficiente como para cortar el vínculo terrestre con Gran Bretaña.


 
  
 Patricio tuvo que explicar una vez lo que era la Santísima Trinidad. Para que todos lo entendieran utilizó un trébol como muestra, explicando que la Santísima Trinidad, al igual que el trébol, era una misma unidad pero con tres personas diferentes (una misma hoja con tres foliolos).


 
“Yo era como una piedra en una profunda mina; y Aquél que es poderoso vino, y en su misericordia, me levantó y me puso sobre una pared.”


 
En el pasado reciente, el Día de San Patricio era celebrado solamente como una fiesta religiosa. 
Se convirtió en una fiesta pública en 1903, por el “Bank Holiday” (Irlanda), un Acta del Parlamento de Gran Bretaña introducida por el irlandés MP James O’Mara. 

O’Mara luego introdujo la ley en la cual se señalaba que las tabernas requerían estar cerradas el 17 DE MARZO, lo cual fue apelado en los años setenta.

 El primer desfile del Día de San Patricio se realizó en el Estado Libre de Irlanda,  en la ciudad de Dublín en 1931  y fue revisado por el entonces Ministro de Defensa Desmond Fitzgerald.  Aunque ahora la celebración secular existe, la fiesta es todavía una fiesta religiosa observada en algunas áreas.


 
Fue sólo a mediados de los años (1990) que el gobierno irlandés comenzó a utilizar esta festividad como una campaña publicitaria para dar a conocer a nivel internacional a Irlanda y su cultura. 

El gobierno organizó un grupo llamado Festival de San Patricio.

El primer Festival de San Patricio se realizó el 17 de marzo de 1996. 
 En 1997 se convirtió en un evento de tres días, y para el 2000 ya era un evento de cuatro días. En 2006, el festival duró cinco días.


Su fiesta se celebra el día 17 de marzo. La Fiesta de San Patricio es muy celebrada en Irlanda, de donde es patrón, y sobre todo en Estados Unidos. 


 Cada 17 de marzo se organiza en Nueva York un gran desfile por la Quinta Avenida en la que participan multitud de personas vestidas de verde.


"Sin cesar doy gracias a Dios que me mantuvo fiel el día de la prueba. Gracias a él puedo hoy ofrecer con toda confianza a Cristo, quien me liberó de todas mis tribulaciones, el sacrificio de mi propia alma como víctima viva, y puedo decir: ¿Quién soy yo, y cuál es la excelencia de mi vocación, Señor, que me has revestido de tanta gracia divina? Tú me has concedido exultar de gozo entre los gentiles y proclamar por todas partes tu nombre, lo mismo en la prosperidad que en la adversidad. Tú me has hecho comprender que cuanto me sucede, lo mismo bueno que malo, he de recibirlo con idéntica disposición, dando gracias a Dios que me otorgó esta fe inconmovible y que constantemente me escucha. Tú has concedido a este ignorante el poder realizar en estos tiempos esta obra tan piadosa y maravillosa, imitando a aquellos de los que el Señor predijo que anunciarían su Evangelio para que llegue a oídos de todos los pueblos. ¿De dónde me vino después este don tan grande y tan saludable: conocer y amar a Dios, perder a mi patria y a mis padres y llegar a esta gente de Irlanda, para predicarles el Evangelio, sufrir ultrajes de parte de los incrédulos, ser despreciado como extranjero, sufrir innumerables persecuciones hasta ser encarcelado y verme privado de mi condición de hombre libre, por el bien de los demás?
Dios me juzga digno de ello, estoy dispuesto a dar mi vida gustoso y sin vacilar por su nombre, gastándola hasta la muerte. Mucho es lo que debo a Dios, que me concedió gracia tan grande de que muchos pueblos renacieron a Dios por mí. Y después les dio crecimiento y perfección. Y también porque pude ordenar en todos aquellos lugares a los ministros para el servicio del pueblo recién convertido; pueblo que Dios había llamado desde los confines de la tierra, como lo había prometido por los profetas: A ti vendrán los paganos, de los extremos del orbe, diciendo: «Qué engañoso es el legado de nuestros padres, qué vaciedad sin provecho». Y también: Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Allí quiero esperar el cumplimiento de su promesa infalible, como afirma en el Evangelio: Vendrán de Oriente y Occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac, Jacob.
Confesión de san Patricio, Caps. 14-16: PL 53, 808-809








 https://www.youtube.com/watch?v=HxsqdUhRPhc



















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