Nicolás de Bari: El Verdadero Santa Claus
04/12/11
San Nicolás de Myra (como se le denomina en oriente) o San Nicolás de Bari (como se le denomina en occidente) fue un obispo que vivió en el siglo IV.
Más de dos mil templos están dedicados a él en todo el mundo.
En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde estuvo de obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí en secreto las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia. En esa ciudad se obtuvieron tan admirables milagros al rezarle pidiendo su intercesión a este gran santo, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa.
Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía. En Roma ya en el año 550 le habían construido un templo en su honor.
Nació en Patara, en la región de Licia (actualmente dentro del territorio de Turquía) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso. Sus padres, fervorosos cristianos, lo educaron en la fe.
Después de la muerte de sus padres Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la hagiografía escrita por San Metodio, arzobispo de Constantinopla.
Al morir sus padres repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir a Myra (Anatolia, actualmente Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa.
Basílica de San Nicolás en Bari, Italia |
Dice la leyenda que varios sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo que casualmente fue Nicolás de Bari.
Durante su época como obispo, y en su afán por erradicar los cultos paganos, ordenó demoler el templo de Artemisa en Myra; el templo más grande y famoso de Licia, así como otros varios edificios paganos.
Constantino |
Fue preso por un decreto del emperador Licinio contra los cristianos por el que fue encarcelado y su barba quemada, siendo liberado por el emperador Constantino.
Postal de San Nicolás obsequiando a los niños en Navidad |
A pesar de ser anciano, seguía viajando, evangelizando y entregando juguetes a los niños para recordar a todos que en Navidad recibimos el mejor de los regalos a través de Cristo, la esperanza de la Salvación Eterna.
Participó en el Concilio de Nicea, condenando las doctrinas de Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la divinidad de Cristo.
Para combatir los errores, utilizaba una dulzura exquisita, logrando grandes y sinceras conversiones, a pesar de su discreto talento especulativo y orador que tanto gusta a los orientales.
Sin embargo, cuando se trataba de proteger a los más débiles de los poderosos, San Nicolás, a pesar de su avanzada edad, actuaba con gran arrojo y vigor.
San Nicolás de Bari salva a tres inocentes. Cuadro de Ilya Repin (1889) |
Murió el 6 de diciembre del año 345 en Myra, mas sus restos descansan en la ciudad portuaria italiana de Bari pues allí fueron a dar después que fueron retirados de Turquía tras la invasión musulmana.
Tras su muerte se convirtió en el primer santo, no mártir, en gozar de una especial devoción en el Oriente y Occidente.
Multitud de relatos milagrosos aparecieron sobre él, desfigurando, a veces, su inminente carácter práctico y sencillo.
Pero… ¿Cómo se originó la mítica figura de Santa Claus?
Sus restos fueron llevados a Bari, Italia, y su veneración se expandió por toda Europa, pero se hizo especialmente popular en Holanda.
Según la tradición holandesa, “Sinterklaas” llega en su vapor desde ¡España!, cargado de regalos que reparte a los niños buenos el 6 de diciembre, fecha en que se conmemora su muerte.
Fueron los colonos holandeses que emigraron a Norteamérica, fundadores de lo que luego sería Nueva York, los que llevaron el culto de este personaje al nuevo continente, donde su nombre holandés adquirió la pronunciación anglosajona “Santa Claus”.
En 1809 Washington Irving escribió una sátira sobre la historia de Nueva York donde incluyó esta figura con su nuevo nombre en inglés.
Otro autor, Clement C. Moore, publicó en 1823 un poema que lo incluye, donde le dio sus rasgos bonachones y alegres, y el dibujante Thomas Nast entre 1863 y 1886, creó una imagen cercana a la que conocemos en sus ilustraciones publicadas por la revista Harper’s.
Pero la imagen moderna de Santa Claus es obra de Habdon Sundblom, un pintor que dibujó para la Coca Cola anuncios que se hicieron públicos en 1931, y que lo muestran finalmente con su barba, barriga y bonhomía, su trineo, sus renos y sus jo, jo, jos, y que con el nombre de Santa Claus sigue alegrando y esperanzando a los niños.
He aquí algunos de esos dibujos de Habdon Sunblom para la campaña publicitaria de Coca Cola, 1931:
Bien, es todo por ahora.
Gracias por sus Visitas y …
Hasta Pronto!!!
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